La familia es la esencia de la sociedad donde aprendemos los buenos y los no tan buenos hábitos que más tarde serán fundamentales en nuestra vida.
Comer juntos en la mesa familiar, padres e hijos es indispensable no sólo en el aspecto nutricional, si no para que se forjen relaciones, aprendan valores y conductas que llevarán a una mejor calidad de vida.
En lo que sigue te comentamos algunos puntos que deberías considerar a la hora de comer con tus hijos.
Cuida la calidad de la comida
Cuida el tamaño de las porciones
Cuando comemos en casa, puedes fácilmente controlar el tamaño de las porciones. Si acostumbran comer fuera de casa, tenlo presente a la hora de elegir el menú. Si bien puede ser muy conveniente y ahorra tiempo, por lo general, el tamaño de las porciones que se sirven en los restaurantes es mayor de lo que requiere una persona promedio. Sumado a ello, al presentarse una mayor porción, se siente la necesidad de terminarla.
Mantente alerta a posibles problemas alimentarios
«Reunirse a comer en familia es un hábito que lleva a una mejor alimentación, a desarrollar relaciones afectivas y sociales más eficaces y sanas, así como a establecer ambientes aptos de convivencia»