Muchas personas optan por dietas excesivamente restrictivas como un método para tratar el sobrepeso o la obesidad, aunque existen evidencias claras de que las dietas muy restrictivas no funcionan a largo plazo. A continuación te damos una serie de razones del porqué no es conveniente hacer “dietas de hambre”:

1. Las dietas donde se come muy poco o se omiten comidas, vuelven lento al metabolismo, ya que el cuerpo entra en un estado de “ahorro de energía” ante la escasez de alimentos, y desde luego lo poco que se come se almacena en forma de grasa.

2. Generan sentimientos de frustración al no encontrar resultados permanentes o duraderos, ya que cuando se suprimen, producen rebote o efecto yo-yo recuperando el peso inicial o incluso aumentándolo.

3. El cuerpo opone resistencia a un descenso brusco de peso, lo cual se le conoce como set point, por ello, en las primeras semanas de estar haciendo una dieta las personas bajan bruscamente de peso y luego se estancan, ya que el cuerpo pone un freno de mano para evitar seguir perdiendo peso de manera excesiva, y la estrategia errónea que muchos siguen en tal caso es dejar de comer todavía más.

4. Las dietas restrictivas inducen el concepto de “alimentos prohibidos”, y como todo en la vida, es lo que más nos gusta, generando sentimientos de ansiedad por no poder comer lo que nos atrae.

5. Este tipo de dietas tan restrictivas, por lo general no toman en cuenta los gustos de las personas, por lo que producen hartazgo y monotonía, y al cabo de poco tiempo las personas terminan por abandonarlas.

6. Muchas personas que tienen exceso de peso, tienen una historia de múltiples dietas a lo largo de su vida, lo cual es la mejor evidencia que no funcionan a largo plazo.

7. Pueden ser peligrosas si se realizan durante mucho tiempo, ya que no están balanceadas con la cantidad y tipo de alimentos que el cuerpo requiere. Por ejemplo, hay dietas donde se suprimen las “harinas”, otras donde solo se permite comer frutas, otras altas en proteínas, etc.

8. Las dietas de hambre generan ansiedad por comer alimentos ricos en azúcares, ya que no contienen la cantidad de energía que el cuerpo requiere, y cuando se pierde la voluntad, vienen los famosos atracones de comida y los sentimientos de rechazo y frustración.

Lo más importante es saber que hay otro tipo de estrategias que sí funcionan a largo plazo y que con paciencia y dedicación se puede llegar al peso deseado, a recuperar la salud y reducir los riesgos de padecer enfermedades relacionadas con la alimentación.
En Nutrisana estamos convencidos que el camino es trabajar en conjunto con el paciente para lograr cambios permanentes en hábitos alimentarios y el estilo de vida.

Recuerda decir NO a las dietas excesivamente restrictivas y SÍ a un estilo de vida saludable!

Written by : nutrisana

Leave A Comment