La llegada del verano es un momento óptimo para incorporar hábitos saludables que permitan el descenso de peso. Las altas temperaturas, los días más largos y las vacaciones son una buena combinación para dedicar más atención a comer sano y hacer actividad física, dos aliados para bajar de peso.

Moverse mas!

No se trata no comer ni de «matarse» en el gimnasio. De hecho, ambas conductas serían peligrosas, ya que podrían llevar a una descompensación. Lo ideal es adoptar medidas, de manera equilibrada que pueden continuarse en el tiempo, tales como hidratarse bien, evitar las comidas grasosas, preferir los vegetales y frutas, y moverse siempre.

Las «olas de calor» no son excusa para quedarse quieto: una caminata diaria de 30 minutos a paso medio o rápido, temprano en la mañana o a la noche, es todo lo que hace falta para mantenerse activo. Correr bajo el rayo del sol es contraproducente, pero también lo es sentarse y no hacer nada de ejercicio hasta que termine el verano. Es importante tomar mucho líquido antes, durante y después de hacerlo y, sobre todo, no salir en ayunas.

Todo ejercicio aeróbico es útil: caminar, correr, trotar, nadar, bailar, andar en bicicleta, entre 30 y 60 minutos por día, todos los días. Comenzá hoy!

Comer sano!

En cuanto a la alimentación, el verano es una excelente ocasión para «hacerse amigo» de las frutas y verduras. Abundan frutas refrescantes como la sandía, el melón, el durazno, que proporcionan vitaminas, minerales, azúcares saludables y líquido en forma natural. Las ensaladas, condimentadas con aliños de limón o vinagre o aceto balsámico y hierbas, son uno de los platos ideales de esta temporada, son frescas, aportan nutrientes beneficiosos y tienen pocas calorías.

Lo más calórico de una ensalada es el aceite: se recomienda no excederse de una cucharada sopera por comida.

En relación a las carnes, una porción aproximada del tamaño de la palma de una mano por día, a la plancha, a la parrilla o al horno, escapando de las frituras y de los cortes grasos, es lo ideal.

Los alimentos como la papa, el arroz o pastas, cuidando la cantidad (medio plato en una de las comidas del día), tienen un rol energético.

Con respecto a las bebidas, lo ideal es que sean sin azúcar agregada, y sin alcohol. Beber una cerveza fría puede ser refrescante, pero suma gran cantidad de calorías que pueden evitarse simplemente optando por agua fresca, con o sin gas.

Y si toca comer afuera, no es excusa para excederse, en la actualidad, todos los restaurantes ofrecen opciones saludables, desde ensaladas, vegetales al vapor , carnes y verduras grilladas. Es preciso evitar los postres cremosos, las frituras y las salsas con alta densidad calórica.

«Debes elegir tu propio estilo de vida saludable, que se refleje en cada aspecto de tus actividades cotidianas. Bajar de peso sin cambiar de «chip» en los hábitos alimentarios y en el ejercicio, seguramente te lleve a un «efecto rebote». En cambio, incorporar pautas sencillas diariamente son eficaces para el manejo de peso y te permitirá lograr resultados duraderos»

Written by : nutrisana

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