Los días son más cortos, bajan las temperaturas y el frío empaña tus ventanas… ¡Pero no tu motivación! nada de ponerte en “modo invernando”.
El frío cambia bastante nuestra actitud y nuestras ganas de hacer cosas. ¿A quién no le gusta quedarse tirado en el sofá calentito con una taza de chocolate caliente, viendo la televisión o una película? ¿Cómo resistirte a esos platos consistentes que te pide el cuerpo?, estos cálidos placeres no están prohibidos, de hecho podemos disfrutarlos mientras adelgazamos, pero sólo de vez en cuando.
En invierno también se adelgaza, si sabes cómo hacerlo, la clave está en el equilibrio. Ten presente, que ver la televisión es la actividad con menos gasto energético, casi tan poco como dormir.Quedarse en casa cómodos y calentitos tiene otro riesgo para nuestro peso: más tiempo en casa significa más tiempo con acceso a la heladera, a la despensa, a la cocina y a la tentación de comer algo para pasar el rato.
Te compartimos algunos consejos que te ayudarán a bajar de peso, adóptalos con decisión y no renuncies a lo mejor que el frío puede ofrecerte. Tu familia y amigos pueden participar en estas propuestas y disfrutar contigo de un invierno diferente.
Empieza el día con buen desayuno saciante.
Llénate de energía por la mañana con un desayuno completo, con alimentos saciantes como avena, cereales integrales,lácteos y fruta. La mejor defensa para evitar comer a deshoras es un buen desayuno!
Aprende a cocinar mejor.
Las comidas de olla, estofado, guisos y pucheros son la mejor opción para consumir verduras y líquidos y sentirte satisfecho. Prepáralas con verduras, carnes magras y legumbres evita utilizar muy seguido fideos o el arroz. Si llegas con mucho apetito a tu comida, tómate una sopa antes para aplacar el hambre.
Elije recetas más saludables.
Puedes hacer preparaciones saludable pero calentitas, tales como pasteles de verduras, soufflés, carnes y vegetales asados. Utiliza el horno para preparar tus comidas.
Prepara sopas calientes y deliciosas.
Cocina por adelantado más cantidad de sopas, puedes hacer de varios sabores y congelar en porciones pequeñas para cuando llegas tarde a casa. Si tienes una sopa lista en la heladera, evitarás la tentación de comer “cualquier cosa” al final del día, cuando estás demasiado cansado para cocinar.
Sigue moviéndote!
Practica ejercicios de interior.
Si lo tuyo no es el gimnasio ni hacer deporte pasando frío… ¡Muévete en casa! Explora tus opciones de interior: dvds o tutoriales de ejercicio (puedes probar ritmos, yoga o pilates) y rutinas de ejercicios sencillas para practicar en casa, con ayuda de los muebles u otros objetos domésticos.
Mejora tu casa.
Haz una lista de todas esas reparaciones y mejoras domésticas que tienes pendientes: limpiar persianas y cortinas, ordenar armarios, lavar las fundas del sofá, organizar fotografías, seleccionar lo que ya no uses para donarlo.
Sean cuales sean tus asignaturas domésticas pendientes, planifícalas con anticipación. De ese modo, cuando un día de mucho frío te obligue a quedarte en casa sabrás como llenar el tiempo. Tener algo que hacer en casa y cumplir con ello también hará que te sientas mejor, más productiva y realizada.
Busca tu propósito especial.
Márcate un objetivo para el año y empieza a conseguirlo desde hoy: entrénate para llegar mejor al verano, aprende a hacer algo que te guste!
Pon en práctica todas estas opciones y verás como llegas a la primavera con menos kilos!